La tensión arterial alta o Hipertensión, es una enfermedad que sufren millones de personas en el mundo y la casi la mitad de ellos ignoran que la padecen. No presentan ninguna sintomatología, por lo que es denominada el Enemigo Silencioso. Afecta de manera importante al aparato cardio vascular, de tal manera que si no se diagnostica y se trata a tiempo puede causar daños irreversibles, incluso la muerte.
El corazón es el músculo que bombea la sangre oxigenada a los tejidos del cuerpo a través de las arterias que son los grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo. En los tejidos se extraen los nutrientes y vuelve de vuelta al corazón a través de las venas.
Ese bombeo se realiza con una determinada fuerza que se conoce como la presión arterial. Así, la presión arterial es la fuerza de la sangre pulsando contra las paredes de los vasos sanguíneos a medida que el corazón la bombea. La presión arterial alta conocida también como hipertensión, causa un aumento de la fuerza que la sangre ejerce sobre los vasos sanguíneos a medida que se mueve por el cuerpo.
Para medir esa fuerza se utilizan dos valores que se escriben con dos números separados por una barra y se expresan en milímetros de mercurio (mm Hg). El número superior es la presión sistólica y representa la presión cuando el corazón late e impulsa la sangre a través de los vasos sanguíneos. El número inferior es la presión diastólica y representa la presión ejercida sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.
Si tienes la presión arterial alta, es porque la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es muy alta y de manera constantemente. El corazón debe trabajar con mayor esfuerzo para bombear la sangre. Debe trabajar más de lo normal. Esto se conoce como Hipertensión. En general, se diagnostica hipertensión cuando se obtiene una lectura de la presión arterial de 130/90 mm/Hg o superior.
La gran mayoría de las personas que padecen esta enfermedad desconocían que la tenían, ya que esta patología es asintomática, o sea, se desarrolla de una forma tal que el paciente no se siente mal, ni tiene ningún síntoma. Por eso es que a esta enfermedad se le conoce comúnmente como “el Enemigo Silencioso".
Afecta directamente el aparato cardiovascular y, de manera directa al cerebro, las arterias del fondo del ojo, el corazón y los riñones. Todos son órganos vitales en el organismo. Por ello es fundamental realizar un diagnóstico lo más temprano posible y un tratamiento adecuado para así evitar o disminuir el avance de la enfermedad y de sus efectos perversos.
La tensión arterial alta es una enfermedad que sufren millones de personas en el mundo: se calcula que alrededor del 20% de la población mundial la tiene (unos 1.600 millones de seres humanos en números gruesos) y aproximadamente la mitad de ellos ignoran que la padecen. Apenas uno de cada cinco adultos diagnosticados como hipertensos tiene controlado el problema.
Por el tamaño, la escala de la enfermedad, y la ausencia de síntomas, la hipertensión constituye una de las causas principales de muerte prematura en el mundo.
Por ello se ha considerado que la hipertensión arterial tiene todos los atributos para calificarla como pandemia. Se estima además que un 75% de los afectados viven en países de ingresos bajos y medianos. Por estas razones la OMS Organizaciones Mundial de la Salud, y los responsables de la gestión de salud pública de muchos países en el mundo hacen un enorme esfuerzo por vigilar, evaluar e implantar programas y estrategias para reducir a este enemigo silencioso, como por ejemplo la iniciativa Global Hearts promovida por la OMS y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos que incluye el paquete técnico HEARTS que contiene un enfoque estratégico, recomendaciones y distintas herramientas para mejorar la salud cardiovascular en todo el mundo.
Un diagnóstico de presión arterial alta se basa en el promedio de dos o más mediciones tomadas en diferentes ocasiones.
La presión arterial se agrupa según lo alta que sea. Esto se denomina establecer el grado. Establecer el grado ayuda a establecer el tratamiento, los medicamentos y su dosificación.
Presión sistólica (valor superior) : 120 mm/Hg
Presión diastólica (valor inferior) : menor o igual a 80 mm/Hg
Presión sistólica (valor superior) : entre 120 mm/Hg y 129 mm/Hg
Presión diastólica (valor inferior) : menor o igual a 80 mm/Hg
Presión sistólica (valor superior) : entre 130 mm/Hg y 139 mm/Hg
Presión diastólica (valor inferior) : entre 80 mm/Hg y 89 mm/Hg
Presión sistólica (valor superior) : 140 mm/Hg o mas
Presión diastólica (valor inferior) : 90 mm/Hg o mas
Presión sistólica (valor superior) : 180 mm/Hg
Presión diastólica (valor inferior) : 120 mm/Hg
Al ser diagnosticado como hipertenso, su vida cambia. Por lo tanto es necesario adaptar un estilo de vida a su nueva condición. Mantener a raya a este enemigo silencioso definitivamente implica reducir la posibilidad de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares y daños renales, además de otros problemas de salud.
A la hora de hacer recomendaciones, los especialistas coinciden en sugerir todas o al menos una buena combinación de las siguientes medidas:
Estos consejos no le harán desaparecer su hipertensión. Pero si contribuirá en gran medida a controlarla.
El peso corporal es un factor clave de riesgo de desarrollar presión arterial alta. Reducir el exceso de peso se traduce en reducir la probabilidad de desarrollar problemas de salud debidos a la presión arterial alta. Cualquier medida que usted tome para reducir el exceso de peso (sobrepeso) será definitivamente beneficioso para su salud, tanto física como emocional.
El índice de masa corporal (IMC) es la herramienta más usada para estimar y detectar el sobrepeso y la obesidad en adultos.
El índice de masa corporal (IMC) es la relación del peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la estatura en metros.
Por ejemplo, si usted pesa 70 kgs y su estatura es de 1,70 mts, su índice de masa corporal es IMC = 70/(1,70)^2, lo cual da como resultado IMC = 24,22. Al buscar ese valor en la tabla que mostramos a continuación, nos indica que es una persona con PESO NORMAL O SANO.
En cambio, si usted pesa 90 kgs y su estatura por supuesto sigue siendo 1,70 mts, su índice de masa corporal es IMC = 90/(1,70)^2, lo cual da como resultado IMC = 31,14. Al buscar ese valor en la tabla nos indica que usted es una persona que se ubica en la categoría de OBESIDAD
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PESO NORMAL O SANO : IMC de 18.5 a 24.9
SOBREPESO : IMC entre 25 y 29.9
OBESIDAD : IMC entre 30 a 39.9
OBESIDAD SEVERA : IMC superior a 40
Controlar su peso es de mucha importancia. Las dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans no le ayudaran en nada para mejorar su obesidad. Todo lo contrario. El consumo de grasas contribuye al endurecimiento de las arterias, lo cual reduce al flujo de sangre y oxigeno que llega al corazón, pudiendo dar origen a angina de pecho, infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, irregularidad del ritmo cardiaco o arritmia, o un accidente cerebro vascular o ACV. Todos ellos, con riesgo de muerte. Y el que gana al final es el enemigo silencioso.
Se recomienda en cambio, comer suficientes frutas, verduras y vegetales en general como una de las medidas para reducir el sobrepeso y la obesidad. Además, bajar de peso elevará su autoestima y le hará sentirse mejor.
Un mensaje final. Alimentarse bien es sinónimo de vitalidad. Propóngase a luchar contra las tentaciones que provocan los alimentos ricos en grasas y azucares.
Las grandes construcciones están hechas ladrillo a ladrillo, uno por uno. Así que su lucha puede hacerse día a día, paso a paso, sin la necesidad de hacer desafíos ante grandes batallas, sino enfrentar y ganar la pequeña batalla de cada día. Un no hoy, otro mañana, y otro, y otro, harán la diferencia hacia un cambio muy positivo en su salud y en definitiva de su vida.